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sábado, 28 de marzo de 2015


Barrio del Puerto















PLAZOLETA DE LOS COLONIZADORES


Espacio público que recuerda a los inmigrantes valesanos, piamonteses y saboyanos como también quienes estuvieron en la fundación de la ciudad: Gral. Justo José de Urquiza, Crl. Carlos Tomas Sourigues y el Dr. Alejo Peyret. Al centro una replica de los lavadero suizos conmemora el hermanamiento con la ciudad de Sión (Suiza) - Belgrano y Chacabuco.


Bodegas Vulliez Sermet, Colón - Entre Ríos


Declarada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura como primera y única bodega de todo el Litoral, se puede visitar gratuitamente todos los días de 9 a 12 y de 13:30 a 19. 



Sobre la ruta 135, a la altura del kilómetro 8, en Colón, se ubica el establecimiento que reconoce sus orígenes en la antigua bodega de Josep Favre, que comenzó a funcionar en 1874 y que retomó su actividad en 2003. La charla con el productor Jesús Vulliez no solo permitió conocer sobre este emprendimiento sino sobre particularidades de la producción vitivinícola en Entre Ríos.



Fue precisamente Jesús Vulliez, dueño de la Bodega Vulliez Sermet, quien relató los comienzos y brindó detalles sobre la producción vitivinícola en amena conversación con EL DIARIO. “Aparte de que me gustaba, era una especie de mandato familiar, algo que hizo mi familia y que había quedado trunco en un momento, allá por el 1936”, contesta Vulliez con relación a su incorporación a la vitivinicultura. “No sabemos con precisión en qué año mi tatarabuelo Néstor comenzó a plantar los primeros sarmientos pero fue alrededor de 1860, cuando llega de Francia”. El relato continúa: “Tenía su viñedo y su bodega entre la ruta 14 y la entrada a San José. Después siguió mi bisabuelo, mi abuelo, y en la época en que mi padre tenía 18 años- en 1936- apareció la Ley (impulsada por Agustín. P. Justo) que prohibió la elaboración comercial de vinos en todo el país, excepto en la zona de Cuyo”. Esa prohibición se levantó a los pocos años, para el resto de las provincias cordilleranas, desde Salta a Río Negro. Sin embargo, hasta 1997 duró la prohibición para elaborar vinos en forma comercial en todo el país. 
”La prohibición fue severa. En algunos casos, muchos que no quisieron deshacerse de sus viñedos, tuvieron que ver cómo estos eran quemados por el ejército”, recordó el entrevistado sin dejar de señalar que “a pesar de la prohibición, la vitivinícola está en la memoria de muchos entrerrianos. En mi familia se comentaba siempre sobre la actividad en la bodega, y cómo era el trabajo .La Bodega Vulliez- Sermet, viene a continuar aquella historia…”. 

PRESENTE. “A la gente le llama mucho la atención que haya una bodega por estos lugares”, comentó Vulliez, para luego explicar que “la vitivinicultura fue muy importante (hace 100 años) en el río Uruguay. Desde Colón a Federación, estuvo el 90 % de lo que se producía de vino en la provincia”, precisó. Y para aportar más datos, destacó que “Entre Ríos llegó a ser la cuarta provincia de producción de uva y vino”. 
Actualmente, la producción en Vulliez-Sermet oscila entre las 60 mil a 70.000 botellas al año, que –en su mayoría-se comercializan en la zona. Además, realiza la producción de vinos a terceros, para 12 productores de Paraná, Concordia, y Gualeguaychú. 
PARA CADA VINO, UN TERROIR. “El vino siempre es el resultado de una cantidad de cosas que los franceses llaman ´Terroir´”, dijo y sobrevino la explicación: “El Terroir es la tierra, el clima del lugar, la variedad de la planta, el trabajo del hombre, la topografía. Cada vino responde a un Terroir que es distinto en cada lugar”. 
Sobre la particularidad de sus vinos, Vulliez comentó que “es muy difícil definir los vinos de una región que no está especializada en una variedad. Nosotros tenemos diez variedades (Chardonnay en blancos y en tintos: Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Tannat, Syrah, Pinot Meniere y Arinarnoa) sin embargo… no hay característica ni definición, ya que varían muchísimo con el año .Por ejemplo, el 2014 fue malo, realmente. Ha llovido muchísimo, y las condiciones climáticas han sido muy malas. No puedo definir los vinos de esta bodega cuando se que este año no voy a alcanzar la característica esperada. En cambio, hay otros años que son buenos y mejoran la calidad que uno puede brindar de la región”. 

De protocolo y gustos 
La afirmación respecto de que cuanto más añejo mejor tratándose de vinos, encuentra cierta resistencia en el entrevistado. Dijo que “no está escrito cuál es el mejor vino” y opinó que “es una cuestión muy subjetiva. Cada uno dice lo que le gusta. Hay algunos que toman el vino con una bebida cola, otros le echan agua. Y para otros sería un sacrilegio agregarle un cubito de hielo”. 
Afirmó que “el vino ideal es una cuestión muy subjetiva. Lo que no quita que tengamos que seguir ciertos protocolos para hacer la mejor calidad. Si gusta o no, es otra cosa. Si vos querés echarle azúcar al vino porque lo sentís muy amargo, está bien, pero no está dentro del protocolo de calidad. Está aceptado mundialmente que la calidad del vino no se discute mucho. No está escrito, se da con conocimientos que uno adquiere en la parte gustativa”. 

AL MARGEN
 
En los últimos años esta bodega ha hecho muchos vinos espumantes. “Es, tal vez, el vino de más calidad que hacemos. Ha salido premiado varias veces. En el 2014, con el vino Espumante obtuvimos Medalla de Oro en un Concurso Internacional que se hizo en Mendoza, y Medalla de Plata con el Cabernet. Con el vino espumante sacamos premio en 2012 también, y ese mismo año obtuvimos Medalla de Oro con un chardonnay. En general nos ha ido bien, en un rango de precio de 10 dólares, que es en el rango en que hemos competido nosotros”, aportó entre otros datos de la producción, Jesús Vulliez. 
En la charla abundan los comentarios para explicitar ciertas afirmaciones. “En Entre Ríos no hay una característica que se repita año a año. Distintos son lugares como Mendoza en donde llueve muy poco (15 o 20 milímetros por año). Ellos tienen que regar, pero dominan el clima. Entonces es muy difícil que varíe la calidad. En cambio acá dependemos de cuánto llueva. Y varía mucho”, indicó a propósito de variedades y calidad de lo que se produce. 
La comparación lleva aún más lejos: “Lo mismo pasa en Europa, en donde en muchos lugares el vino depende de la “añada” como le llaman (el año en que se hizo).Un vino del 2003 puede valer muchísimo menos que un 2008 y mucho más que un 2006, porque tal vez ese año fue mejor o peor que otro. Nos parecemos mucho en eso. Dependemos del clima para ver qué podemos obtener”, reiteró. 
En la respuesta del productor vitivinícola queda claro que en esta actividad la mirada está puesta en la calidad. “Cuando el año no fue bueno, hay veces que no se cosecha. El concepto que hay en el vino es muy diferente del que se tiene sobre la agricultura. En la agricultura cuanto más rinde tengo mejor me va. Acá en cambio el rinde no interesa, sino la calidad. Si a mí me dicen si quiero sacar 10.000 kilos de uva de una calidad regular por hectárea, prefiero sacar 1000 kilos de una calidad buena”, explicó. 
ESLABONES. El vino es una cadena que tiene muchos eslabones. El primero está en la planta y el último en la copa. Todos los pasos intermedios son eslabones: la planta, la cosecha, la elaboración, el embotellado, la fermentación. Cualquiera de esos eslabones que esté flojo corta la cadena de calidad. 
Vulliez retoma las explicaciones: “El vino es un proceso que desde la planta hasta servirlo en la copa debe llevar un constante de calidad para obtener un buen resultado. Por otra parte, con uva buena uno puede hacer un muy buen vino, un vino regular, o uno malo. Pero con una uva regular, lo máximo que se puede hacer es un vino regular. En la bodega no se hacen milagros. Se convierte en vino la calidad que trajo la uva. Pero nunca se puede mejorar esa calidad”.
Valeria RobínFuente: http://www.eldiario.com.ar/diario/interes-general/125576-vulliez-sermet-la-cuarta-generacion-vitivinicola.htm

La Hora del Planeta 2015


miércoles, 25 de marzo de 2015



2, 3, 4 y 5 de Abril
SEMANA SANTA 2015

Y vos ... ¿ Ya Reservaste ?

En Colón el otoño se vivió como pleno verano




Desde la Secretaría de Turismo se informa que el índice de ocupación de los cuatro días del feriado en los diferentes rubros (Hotelería, Parahotelería, Centros de Alquileres Turísticos y Casas y Dptos por cuenta propia) alcanzó el 100 %.

Las plazas ocupadas durante el feriado largo fueron de 41.754, con pernoctes diarios de mas de 12.000 personas alojadas, a los que deben sumarse visitantes y turistas de ciudades vecinas del Departamento más quienes también llegan desde la República Oriental del Uruguay como excursionistas diarios.

Comparativamente con el mismo feriado el año anterior (2014) las plazas ocupadas en ese momento fueron 15.924- totales, debiéndose tener en cuenta que ese fin de semana largo fue de tres días, siendo éste año 41.754 (2015) las plazas ocupadas.

"Fue un fin de semana que superó las expectativas que si bien eran muy buenas y se anunciaban como tal, fueron ampliadas ante la masiva llegada de visitantes que ocuparon las disponibilidades en su totalidad, y que disfrutaron a pleno de todos los atractivos y servicios.

Fuente:https://www.facebook.com/turismoencolon?fref=photo